martes, 12 de junio de 2012

No se si me rescatas o me rematas

 
Rescates Económicos y otras Mentiras
 En los últimos tiempos se está oyendo con frecuencia en los medios de información general las palabras “rescate económico”. Pienso, sin entrar a valorar el concepto de fondo, un poco difícil de entender si no poseemos todos los datos del “rescate”, si queremos resaltar algunas de sus llamativas características y consecuencias. Los primeros síntomas de la necesidad de un “rescate” se producen cuando esa figura fantasmal sin cara, sin nombre y apellidos, que es “el mercado”, pone en tela de juicio las posibilidades que un país determinado, normalmente pobre, pequeño y poco influyente en las instituciones internacionales, para cumplir con sus compromisos, y por tanto al ser poco fiable, le encarecen los préstamos a corto, medio y largo plazo de tal manera que se le hace imposible acudir a los “mercados” en busca de dinero para atender sus obligaciones. Queremos hacer notar que cuando “el mercado” habla de compromisos y obligaciones, nunca, nunca… se está refiriendo a las contraídas con los ciudadanos y ciudadanas, con las jubilaciones, con la sanidad, con la educación, con los servicios públicos, con el funcionariado, con los trabajadores y trabajadoras, con las personas desempleadas, con las personas en exclusión social, etc. Ellos se están refiriendo a las contraídas con las instituciones financieras nacionales e internacionales. Una característica importante a tener en cuenta en “el rescate”, por si lo había pensado alguien, es que no se hace mediante la condonación, regalo, de la deuda del país a rescatar tendiéndole una mano “amiga” en un momento de dificultades para esperar tiempos mejores, ¡de eso nada! Nosotros le prestamos un dinero a un interés más bajo del que usted puede conseguir en “el mercado”, (que somos nosotros) para que atienda las deudas contraídas con “el mercado” (que somos nosotros) y que usted tiene que pagarnos más adelante sacando el dinero con las condiciones que les vamos a imponer. Normalmente esas condiciones ya sabemos las que son: apriétese el cinturón, pague menos a su funcionariado, atienda menos servicios sociales, congele salarios, baje pensiones, aumente impuestos indirectos, privatice empresas y servicios públicos… y cuando tenga el dinero de esos recortes y “ajustes” presupuestarios nos lo entrega a nosotros, que somos “el mercado”. Hay que hacer notar, por si no ha quedado claro, que en todo este proceso circular los mismos que encarecen el dinero haciendo imposible que el país pueda pedir préstamos, son los que al final lo prestan a un interés más barato pero con condiciones más leoninas. Está claro que “el rescate” es un arma más que usa el capitalismo salvaje para conseguir ir destruyendo el estado del Bienestar. Solo prestan dinero a aquellos países que estén dispuestos a poner en marcha políticas económicas, encaminadas a “adelgazar” los derechos de los trabajadores y trabajadoras y conseguir más poder para el empresariado, tanto en el seno de la empresa como en el conjunto de la sociedad. No quieren servicios, ni derechos, universales, quien quiera tener algo debe paga por ello, lo que “el mercado” (ellos) digan. Aplicando el refrán de “Cuando las barbas de tu vecino…”, primero fue Grecia, ahora Irlanda, se empieza a comentar el nombre de Portugal, y todos sabemos cómo se construyen los chistes “eran un griego, un portugués y un español que…”. Esperamos que al final riamos y no lloremos.

Fuerteventura, 13 de Junio de 2012

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Rincón del Ciudadano y Derechos Civiles por Fernando González Silva se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 3.0 Unported.

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